Sus padres siempre estaban entonando cantos, por lo qué él y sus 10 hermanos crecieron con música siempre, sobretodo en las noches de invierno alrededor del fogón. Casi siempre a capela, de a poco fue aprendiendo a tocar la guitarra para acompañar el canto a lo divino en las novenas de la Virgen. No se reconoce cantor propiamente, sino que el “secundea” a los que saben.
Fermín Aquiles Sánchez Duque
Canto a lo humano y lo divino y poeta popular